martes, 26 de junio de 2012

CITA


Estamos aquí para desaprender las enseñanzas de la iglesia, el estado y nuestro sistema educativo. Estamos aquí para tomar cerveza. Estamos aquí para matar la guerra. Estamos aquí para reírnos del destino y vivir tan bien nuestra vida que la muerte tiemble al recibirnos.

-Charles Bukowsky

jueves, 21 de junio de 2012

PORTAL: TERMINAL VELOCITY

Navegando por ahí, me topé con un magnífico video, será chusco, pero muestra de manera muy clara lo que pudiera suceder si algún día encontramos la forma de crear portales.


miércoles, 20 de junio de 2012

SUNNY

Hace mucho que una rola no me gustaba tanto. Y éstos pelados hacen algo extraordinario. Un poco de producción y están listos para el estrellato.


sábado, 16 de junio de 2012

MI CARRERA COMO AGRICULTOR VI

Si no sabes qué pasó con las otras 5, abre el baúl de los recuerdos y explora un poco (en lo personal, me llené de nostalgia leyendo todos ¡Ja! ¡Soy un cursi!):

Mi carrera como agricultor I
Mi carrera como agricultor II
Mi carrera como agricultor III
Mi carrera como agricultor IV
Mi carrera como agricultor V

Los días lluviosos siempre me han gustado, me dan un airecito de nostalgia que disfruto mucho. Los llamo "mis días blancos", como que me hacen sentir un poquito como en Escocia o Londres, con ése clima siempre húmedo y lluvioso que invita a dar largas caminatas nocturnas.

Pues bien, hoy en la tarde mientras tendía mi ropa lejos de la lluvia, vi mi macetón vacío y extrañe a Elena Chucho y Carlitos, quienes decidieron colgar los tenis antes de tiempo. Y pues no sé si será necedad o tenacidad, pero fui a la cocina, saqué tres frijolitos y los planté.

Me emocionó la idea de volver a intentar que mis torpes manos generen algo de vida nuevamente, que ya hasta pensé en los nombres: Refrito, Charrito y Flato.

Espero tener suerte (con mi historial es más suerte que otra cosa) y poder mostrarles fotos de mis nuevos críos dentro de poco tiempo.

martes, 12 de junio de 2012

BUSHIDO: JIN EL PRIMER PASO

Por fin, después de 3 años de trabajar en mi Jin, me siento listo para colocar el primer tatuaje en mi espalda.

No recuerdo si lo había mencionado o no, pero mi plan es ir tatuando cada uno de las virtudes del bushido en mi espalda a través de la columna vertebral, con el objetivo final de completar los 7 tatuajes.

Mi estado:

Yang:
Estoy aprendiendo a ver la grandeza en las pequeñas cosas. Me acerco con mucha más humildad a aquellas personas que en algún momento consideré menos apreciables, y escucho atentamente, pues me he dado cuenta de que todos tenemos algo que dar, y todos tenemos algo que aprender.

Yin:
Recibí una lección dura que ha afectado sensiblemente los motivos principales de mi arrogancia. Hoy, más que nunca, reconozco de dónde soy, y en dónde quiero estar.

El trabajo por supuesto, no finaliza aquí, continúa mientras tenga conciencia, pero sobre todo en una búsqueda de equilibrio de ambas fuerzas.

Me siento muy satisfecho conmigo mismo.


lunes, 11 de junio de 2012

BUSHIDO: MÁS ALLÁ DEL BIEN Y DEL MAL

Platicando con el sombra un viejo amigo que tuve la fortuna de volver a encontrar, que tuve una segunda revelación.

Él es panteísta, además de creer en la reencarnación, las vidas consecutivas y el aprendizaje acumulado a través de éstas en busca de un estado de perfección y alineación con el universo. Un tipo realmente peculiar e interesante.

Durante la plática surgió el tema del karma, que él desvalora completamente, y en cual yo creía. Él ganó la discusión y yo gané una valiosa lección.Trataré de explicar su razonamiento de forma concisa y breve para exponer mi revelación.

El bien y el mal no existen en la naturaleza ni en el universo, no existe una montaña buena, un león malo, una tierra mala o un aire malo. Cabe aclarar que al ser yo agnóstico, nuestras creencias teológicas conviven de una manera extraña, y casi natural.

El bien y el mal son inventos del hombre, y como conceptos, (carentes de existencia salvo en nuestro consciente colectivo) cambian de acuerdo a las culturas. Y si bien, aquí comer carne de res no tiene nada de "malo" en la india sería algo muy mal visto. Y si en medio oriente apedrear a una mujer como castigo puede ser totalmente normal, nuestra cultura puede considerar el acto completamente reprobable.

Si en la naturaleza, en el universo, no existen los conceptos del bien y el mal, entonces, ¿cómo podría entonces existir una ley boomerang, alguna especie de mecanismo que identifique y restituya buenas o malas acciones? Aún más, en caso de existir dicha "energía" ésa "ley" ¿Cómo acaso podría diferenciar entre las diferentes morales y los distintos conceptos de bien y mal a través de mundos y galaxias?

(La continuación de su explicación es un poco más cuestionable, y me gusta, aunque no la compro por completo.)

Hay personas realmente ojetes, culeras, a quienes no les pasa absolutamente nada. Y personas muy muy muy buenas, a quienes les sucede de todo. ¿porqué no actúa en ellos la ley karmática? ¿Que los inmuniza o los hace tan vulnerables a las calamidades?

-Ellos mismos.- Dijo.

Cuando un hombre actúa mal de acuerdo a sus creencias morales, tiende a pensar que tendrá que pagar por ello, tarde o temprano. -Estamos educados a pensar en que habrá castigo si obramos de forma distinta a como se espera de nosotros. -complementó.

Entonces, de forma inconsciente, energética o karmática (como lo quieran entender) genera su propio castigo. 

-¿Y aquellos a los que no les sucede nada?

-Ya aprendieron que la moral es un invento humano y que en realidad no existe, no esperan un castigo, y por lo tanto, no lo generan. Es parte de lo que venimos a aprender.

-Pero si venimos a aprender que la moral no existe... ¿porqué la inventamos de inicio?

-El hombre tuvo que inventar el 0 para saber que no había nada ahí. Es un concepto, válido como expresión y como instrumento práctico, matemático y económico. Pero que expresa "inexistencia". Sin embargo, si nadie hubiera planteado el "0" ¿Cómo podríamos decir que no existe? no es el mismo caso, desde luego, pero es una forma sencilla de entenderlo.

-Parte del aprendizaje que venimos a adquirir es ése. Estamos más allá del bien y del mal, no somos buenos o malos, morales o inmorales. Simplemente somos. Y en cuanto podamos aceptarnos, entendernos y sabernos, con todos nuestras virtudes y defectos, entonces más cerca estaremos de ése entendimiento total del universo. Éso no elimina cualquier deseo de mejora superación, cualquier intención de cambio. Uno puede cambiar si quiere y ése es nuestro deseo, pero no para no ser "malos" o para ser más "buenos" sino porque uno desea ser diferente, desea experimentar algo distinto, desea una mayor comprensión de otras cosas.

No pude dejar de pensar en lo que me había pasado hace apenas unos cuantos meses atrás con La Quetzalcóatl, cuando yo me planteaba la posibilidad de intentar eliminar "el mal" de mi ser.

La Sombra, agregó un elemento fundamental en éste mi camino y que convive juguetonamente con la lección de mi amiga: aceptación y equilibrio.

Hoy mi camino no rechaza "el mal", "el pecado". Sino que busco que me lleve a un crecimiento, a la superación personal pero sólo a través del amplio reconocimiento de la luz y la sombra y la aceptación de ambos como una idea, como parte de mi, como uno solo con un yin y un yang, circulantes, diferentes, pero inevitablemente unidos.






viernes, 8 de junio de 2012

BUSHIDO: LA SOMBRA

Fue en una charla con una gran amiga y terapeuta, (La Quetzalcoatl) acerca de mi meta de establecer el bushido como una meta personal de vida, que me hizo ver que mi meta estaba incompleta.

Bien, trabajas las virtudes ¿pero los defectos?

Como buena terapeuta sabe plantear las cosas en el momento y me conoce mucho más de lo que yo sé.

¿Vas a trabajar sobre tu arrogancia también? ¿sobre la soberbia?

El planteamiento me dejó pensando ésa noche, y me dejó pensando mucho más algunos días más tarde, cuando reflexioné y me di cuenta que en verdad tiendo a ser arrogante y soberbio y que éso "manchaba" de alguna forma mi camino de crecimiento espiritual.

No sólo se trata acerca de fomentar las virtudes, sino de eliminar los defectos. Sonaba bien, aunque la meta sonaba muy alta.

Bien, yo sabía que éste camino no resultaría fácil y que estaba lleno de retos. Ahora asúmelos. Aún tenía que comprender un par de cosas, y que vivir otras tantas.

Algunos meses después, tuve una segunda revelación.

jueves, 7 de junio de 2012

EL CAMINO DEL GUERRERO: JIN

Apenas me doy cuenta de cuánto tiempo me ha llevado.

En la entrada anterior de buhido, publicada el 23 de marzo del 2009, comentaba que iba a iniciar el trabajo en mi bushido, con Jin (benevolencia).
Durante éstos tres años, la vida ha puesto ante mi justo los ingredientes que necesitaba no sólo para comenzar a trabajar en mi Jin, sino en lo que rodea éste trabajo. Y me gustaría compartirlo con ustedes.

Jin, benevolencia.

Lo he interpretado como la capacidad de entender y aceptar que cada quien es sólo lo que puede ser. Como resultado de una serie infinita de causalidades, el ser humano vagamente pude controlar el destino de su propio ser y su propia consciencia, salvo a través de un esfuerzo extraordinario por vencer, evadir o superar todos los factores que lo empujan a lo contrario. Pero ésta capacidad es limitada y está restringida a aquellos pocos capaces de adquirir un nivel más elevado de conciencia.

Por lo tanto. Lo más "normal" es que nos volvamos fruto de nuestra tierra, de nuestro origen, resultado de nuestro niñez, víctimas de nuestras derrotas, esclavos de nuestros miedos, que pongamos límites basados en nuestras creencias, nuestros paradigmas. Es casi inevitable, es un mecanismo de supervivencia.

Si viéramos ésta compleja estructura del ser humano como una especie de laberinto enorme. El hecho de que alguien vea un muro donde yo sé que no lo hay no lo vuelve un ser humano inferior, ni más tonto, ni más torpe, pues seguramente yo veré muro donde él sabe que no los hay.

Albert Einstein diría: "Todos somos ignorantes, sólo que ignoramos distintas cosas"

Parecía que aquí estaba concluída ésta etapa de la jornada (aunque me queda claro que es algo que trabajaré constantemente) pero el destino me tenía reservadas un par de sorpresas más.